Hoy, no me voy a centrar en desarrollar los estereotipos publicitarios concretamente, hoy, reflexionare más ampliamente de los estereotipos creados por las series de televisión o dibujos animados más representativos de nuestra cultura. Valorare como estas actitudes o códigos algunas veces nos influyen de diferente forma a cada receptor, dependiendo de nuestra cultura, educación y valores, podemos darle una interpretación u otra.
El espectador contemporáneo, utiliza los medios y más la televisión con el fin de entretenerse, divertirse o simplemente para desconectar de su trabajo diario y relajarse. Por esto, la mayoría del tiempo no nos damos cuenta de la cantidad de códigos, subcódigos o contenidos a los que nos tienen bombardeados y que tenemos que analizar e interpretar aunque lo hagamos inconscientemente.
Normalmente, no nos damos cuenta, pero los códigos de construcción de mensajes ya vienen determinados por personas de poder y esta reiteración constante puede ser causa de transformaciones en la sociedad. Estos pueden ser, el lenguaje, las actitudes, los pensamientos…y poco a poco, estos signos van adquiriendo la capacidad de significar y de influenciar.
Por todo esto, voy a analizar los mensajes que nos codifican las series animadas de televisión desde las dos posibilidades que percibo que puede explicarse desde la semiótica. Como son; los Simpson, Padre de familia…series similares a estas que transmiten unos valores machistas, con unos estereotipos muy asentados de la mujer como ama de casa, padre patriarcal y anticuados desde el primer momento y que son muy vistas por la audiencia, y sobre todo, por los jóvenes españoles.
La primera forma es la de recibir los mensajes analizándolos como una serie de entretenimiento más, decodificando los códigos como simple entretenimiento. Consiste en interpretar el contenido utilizando el significado propio del lenguaje, pudiéndolo aplicar a cualquier discurso. Los espectadores se ríen y entretienen y no dan paso a influenciarse.
Pero, lo que preocupa y hace reflexionar, es el supuesto de que de estas series se pueda hacer una lectura aberrante como decía Umberto Eco, que nos haga decodificar el mensaje diferente de lo que se quiere transmitir. Esta puede ser una lectura que desmonte la estrategia comunicativa y que aplique unos códigos diferentes a los que se pretendía y se le de una interpretación negativa en vez de a la de entretener. En este caso se podría dar la situación de que los jóvenes al darle esta mala lectura empiecen a crearse valores machistas por una mala decodificación.
Por esto, creo que estos mensajes no deberían de estar para los jóvenes porque la cultura se construye desde varias fuentes, familia, amigos, educación,… pero una de las mayores es la televisión y los medios masivos, porque a través de los mensajes recibidos se construye nuestra cultura y sociedad.